Los colosos se nos muestran de nuevo. Tras cerca de dos años secuestrados por las obras realizadas en el interior del Ayuntamiento, para lo cual cerraron el tramo de amplia acera donde se hallaban ubicados, helos aquí en su demostración de fuerza alegórica. El visitante o el ciudadano que no se haya parado a contemplar la fuente con estos hombres esforzados podría hacerse preguntas. ¿Por qué dos hombres desnudos empujan o caen exhaustos ante unos bloques de piedra? ¿Qué pretenden levantar con ellos? ¿No disponen de otras herramientas que sus propias manos y el empuje del esfuerzo físico que exhiben sus músculos? Todo es simbólico en esta fuente y las respuestas hay que hallarlas en la verdadera clave de sacar adelante un conjunto urbanístico: la relación entre el ser humano y la materia bruta transformada por este para sus necesidades de subsistencia y convivencia.
Sin duda el autor Pedro Monje Lara (Lopera, 1945-Valladolid, 2012) concibió la obra, inaugurada en 1996, como una representación de la construcción de la ciudad. Levantar y mantener una ciudad a lo largo de los siglos es sin duda algo colosal, y es en este sentido, más que en el tamaño de los individuos aquí representados que encarnan la metáfora, como quiero interpretar el sentido con que dotó el escultor a sus personajes. A mayores hay dispuestas en los otros extremos del círculo dos cabezas de carnero. En la tradición simbólica y mitológica el carnero encarna la energía, no solo la fuerza de ataque o empuje sino también la procreadora. Que las cabezas de carnero se nos hayan ofrecido siempre como punta de un ariete para abrir las puertas de una ciudad por un ejército no puede ocultar el elemento representativo del mito del vellocino de oro, la alianza entre autoridad y sabiduría. ¿No es precisamente la alianza del saber y del trabajo humano lo que edifica una urbe?
No debe olvidarse el diseño de la fuente, con su consiguiente entramado hidráulico, discurrido por el arquitecto Fernando González Poncio, concebido horizontalmente, sin que su leve altura interrumpa la visión de ningún lado de esta parte de la Rinconada, ni siquiera la trasera de la casa consistorial. El plato de la fuente asume a los colosos sin abigarramiento alguno. Gracias a ello las figuras pueden atraer la atención de los viandantes y es precisamente la desnudez de estas lo que nos comunica la capacidad y el ejercicio físico, no transmitidos con un estilo realista. Su acabado prefiere centrarse en las posturas forzadas y el movimiento que ejercitan los personajes más que en un perfeccionamiento de facciones o manos, sin que por ello, más bien al contrario, dejen de transmitirnos el derroche de vigor, el impulso y el tesón de los dos colosos. Las proporciones de las figuras lo consiguen y el bronce se presta a todo ello.
Se agradece la recuperación del espacio y el rescate de la obra, a mi modo de ver de las más interesantes de tiempos recientes en la ciudad. Dedicada no a personajes públicos o privados como ha hecho siempre la tradicional estatuaria historicista o costumbrista, sino a algo que nos parece hoy borroso o que no cuenta o nadie da en pensar, ni siquiera las autoridades. La trayectoria de trabajo secular para mantener la ciudad. Al menos eso es lo que me sugiere.
Maravillosos¡ Creo que es/son magníficos.
ResponderEliminarMuy buen trabajo de escultor. De lo más bonito y con fuerza alegórica.
salut
También me gustan mucho, siempre me detengo. Creo que lo que representan, el esfuerzo humano, está reproducido con precisión. Estuve en la inauguración del conjunto. Pedro Monje magnífico, pero murió aún bastante joven. Gracias.
EliminarPaseante:
ResponderEliminarme gustan esas estatuas y lo que representan: la fuerza, el tesón. Son como Sísifos. Y también me gusta el tamaño y la ubicación, a ras del suelo, para que todos puedan admirarlas de cerca.
¡Se nota que la gente toca determinadas partes...!
Salu2.
Sí, señor. Otro amigo me lo ha comentado verbalmente. Solo que estos "colosos" limitados no son tan desesperanzados como el Sísifo del mito que nunca ve obra alguna sino condena total. Esa misma ubicación horizontal y baja me parece un logro.
EliminarYa sabes que hay gente necia que no capta nada y que no sale de su chiste.
Hacía tanto tiempo que no las veía, y ya has dicho por qué, que casi ni las recordaba. Son geniales Marisol.
ResponderEliminarA mí nunca me pasan desapercibidas, creo que contienen una lección ética (la capacidad humana para realizar y progresar con sumo trabajo) y además no tienen ostentación alguna, están al mismo plano que los viandantes.
EliminarHacer algo importante, por algo o por alguien, requiere esfuerzo. Que se encuentre donde cualquiera pueda verlo, es un acierto, e incluso una muda y sugerente invitación.
ResponderEliminarEsa visión que proporcionas sigue en vigor, se puede aplicar a cualquier actividad constructiva, bien en levantar una ciudad o en mejorar la convivencia, que falta hace. Me gustan las obras que sugieren lo hondamente humano. Gracias, José Manuel.
EliminarEsta fuente es muy hermosa, así como la plaza, mis edificios están estéticamente bien coloreados. Me encantan estas estatuas que se han colocado fuera de un pedestal tradicional y que, colocadas en el mismo suelo, se mezclan con la gente que atraviesa la plaza. Hay como una fusión entre el humano y sus representaciones o incluso alegorías que lo interpelan a su alcance "recuerda a todos los que han contribuido a la construcción de esta hermosa ciudad" Buena día y buena electricidad !
ResponderEliminarNo sabemos el lujo que supone la electricidad hasta que falla el suministro. Somo limitados, frágiles, complejos no obstante. Fue algo excepcional, esperemos que se dé en la clave aunque los intereses económicos de las empresas privadas se crucen en el camino.
EliminarComparto tu criterio sobre la fuente y sus colosos.
Que fuentes tan chulas teneis en vuestra ciudad y esas casitas de colores lo hace entrañable. Se ve que es ciudad amable como se dice en una de las entradas de tu blog.
ResponderEliminarAntonia
Bienvenida Antonia. Las casas y soportales son ancestrales, si bien rehabilitadas, hace bonito este combinado colorido, sí. Hoy día no hay ciudades amables al cien por cien, pero algunas son más llevaderas y acogedoras que otras, y el concepto varía según lo vea cada cual.
EliminarPaseante yo también pensé que habían desaparecido o las habían trasladado y por fin ayer se desveló mi duda al pasar por esa plaza. La gente suele hacerse fotografía junto a los desnudos y es que debe verlo por el lado más jocoso. Me alegro de saber que su blog sigue vivo.
ResponderEliminarAlejandro José Muñoz
En efecto, hay un cierto juego del visitante con la fuente, pero eso no está mal, también representa que hay una conexión, ¿no? Gracias por comentar.
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