domingo, 22 de septiembre de 2024

Un héroe de todos los tiempos

 



Cuando alguien en otra entrada del blog nombró al bello animal como el héroe, además de hacerme pensar en la idea me proporcionó el título. A la vez un calificativo me llevó a un libro de Lérmontov donde, si bien el protagonista es hombre, le adjudica el título de Un héroe de nuestro tiempo. Pero el toro no es solamente héroe, protagonista y acreedor de satisfacciones humanas sino un animal entre otros muchos que han vertebrado la manera de satisfacer en todas las épocas históricas necesidades humanas, sean estas nutritivas, de fuerza de trabajo o de proporcionar diversión. Es decir, y por eso hay que denominarlo así, un héroe de todos los tiempos.

De esta escultura de José Luis Medina Castro se podría decir que se trata de la personificación de un dios. Por qué no. Aunque en tiempos prerromanos la cultura del pueblo que había por esta zona se dedicaba más al cereal (los vacceos) en lo que hoy son algunas provincias colindantes, como Ávila, Salamanca y Zamora, quienes habitaban se dedicaban al ganado (los vetones) Es de suponer que los intercambios ya se producirían entonces y las producciones para las necesidades estuviera extendida en mayor o menor medidas entre distintos pueblos de la Meseta. 

Ni que decir tiene que con el tiempo y la sucesión de civilizaciones y el desarrollo de posteriores sociedades el ganado vacuno llegó a todas partes. No en balde los vetones y otros pueblos generaron innumerables esculturas representando animales a los que se han denominado verracos, pero no son solamente cerdos, sino que también representan a toros, jabalíes e incluso algún oso. ¿Cultos agradecidos a los animales y sus potencias? ¿Sistemas de acotamiento de territorios? Los arqueólogos y antropólogos tendrán mucho que decir al respecto.



Nuestro toro es más moderno y no es de piedra. sino de bronce. Su tamaño es importante, leo que 1,75 por 3,50 metros. Elevado sobre un podio resulta más imponente y se encuentra situado de manera un tanto discreta pero a la vez significativa. Al principio de los Jardines de La Rubia, en pleno Paseo de Zorrilla, que otrora fueron más amplios pero que la exigencia del tráfico obligó a dividirlos, no sé si justamente, en sentido longitudinal, el toro mira hacia el antiguo Matadero, cuyas instalaciones fueron salvadas para usos modernos cuando se cerró y trasladó aquel matadero histórico. Por otra parte esta escultura también se halla junto a la denominada Glorieta de la Comunidad, donde una escultura de Primitivo González y un estanque evocan la unidad de las provincias que forman hoy Castilla y León. Una comunidad que sabe tanto en el pasado como en el presente de la importancia de las ganaderías, sobre todo la ovina, la vacuna y la porcina. 

No he podido resistirme a incluir imágenes desde distintos ángulos del noble y benefactor toro, que lo es no solo de nuestra cultura sino de muchas otras del planeta. Los olivos situados en su proximidad son también representativos de nuestro ámbito mediterráneo y bien merecían aparecer en esta entrada.