sábado, 4 de mayo de 2024

Presencias plásticas que sorprenden al paseante

 


Pasear no es andar con la cerviz agachada, pendiente de un suelo que no va a desaparecer por las buenas bajo los pies. Tampoco es andar apresuradamente: esto es desplazamiento. Se puede pasear sin objeto ni meta, abstraído. O compaginando recorrido con recados tranquilos. La urgencia es contraria al paseo. Se puede caminar alternando ritmos, en función de lo que nos permitan las piernas. Pero más allá de la forma de efectuar un recorrido los paseantes comparten un sentido agradable. Disfrutan, disfrutamos, no solo alimentando el aparato locomotor, sino el cerebro. ¿Cómo? A través de la mirada. 

La mirada nos conduce a la observación. Observar es pensar lo que nos rodea. Si se ha vivido toda la vida en la misma ciudad, la mirada nos permite recordar. Hayan desaparecido espacios urbanos y edificios de nuestra infancia o permanezcan todavía, la memoria se reaviva. Ello proporciona satisfacción. Pero nos lleva también a hacernos preguntas. Sobre los cambios, sobre el tiempo que vivimos y el que empieza a ser habitado por nuevas generaciones. Algunos somos asiduos a leer cuantos carteles o letreros nos encontramos en los paseos. Hasta los más insignificantes, esos cartelitos, a veces manuales, adheridos a  las farolas. También a contemplar las incidencias y modificaciones que periódicamente tienen lugar en calles y plazas.



Cuando nos topamos de pronto con un mural que cubre y dignifica una medianería, y mira que hay medianiles por Valladolid, la sorpresa nos hace parar en seco. Luego viene la admiración sensitiva, la búsqueda de significado, el goce de los colores y las líneas. Y dedicamos un instante de reconocimiento al autor de aquel arte, aunque nos sea desconocido.   

La imagen con que se abre la entrada lleva por título Mirar al futuro con alas de libertad, igualdad y respeto. Eva Mena es la autora de este mural en la calle López Gómez, 24. Eva Mena, por lo que puede leerse en su web, tiene un amplio historial de obras murales dentro y fuera de España. Su propuesta es rotunda: "Quizás tienes delante una pared, un muro, medianera o interior de local que parece vacío, impersonal o que simplemente quieres pintar sin recurrir a la solución 'clásica'. Son ejemplos de espacios que puede transformar el arte mural, aportando soluciones adaptables y visualmente creativas".






Hace ya más de setenta años que el Renault 4/4 salió de la factoría de la empresa FASA de Valladolid. Aunque había sido creado unos años antes en Francia. 

Leo por alguna parte que le llamaban cuatro cuatro por contar con cuatro plazas, cuatro puertas, cuatro cilindros y cuatro caballos. En sus inicios el motor lo tenía en la parte trasera, de ahí aquellas rejillas de ventilación. Pero las cuestiones técnicas las dejo para los entendidos de vehículos del pasado, porque las nuevas generaciones desconocen lo que fue aquel automóvil compacto, redondeado, bastante estético y, cómo no, entrañable. ¿Será por todo ello por lo que es objeto todavía de ser representado en algunos espacios de la ciudad? En este caso se nos ofrece, como homenaje a algo icónico o como recuerdo simplemente, en la puerta de un garaje de la calle Expósitos, casi en la confluencia con San Quirce. Una manera estética para adornar un portalón que sin duda sería grafiteado vandálicamente de no haberse pintado el 4/4.

Una obra plástica de arte actual sobre otra mecánica de hace décadas estimula la vista. Y lo agradece la memoria. Los vulgares grafiteros ensuciaparedes deberían aprender de los artistas. O dejarse enseñar al menos. No he logrado saber del autor. Si en algún momento tengo conocimiento corregiré esta deficiencia.







Nada virtual y sí muy activos los camiones que hacen de punto limpio móvil por diferentes lugares de la ciudad. Con un horario por día y lugar se emplazan durante un tiempo a la espera de que los vecinos bajen electrodomésticos viejos, ordenadores obsoletos o cualquier otro material que debe ser tratado selectivamente. El lema lo deja claro: No es solo basura. Tal vez tengan una segunda oportunidad o en todo o en sus componentes separadamente. 

La decoración de los lomos del vehículo es obra del pintor Manolo Sierra, sobradamente conocido por sus murales, no digo ya por sus lienzos o aportaciones ilustradas concedidas a infinidad de organismos y organizaciones sociales y políticas ciudadanas..






Una representación de imagen femenina y naturaleza ocupa esta medianería estrecha a la que otorga una verticalidad bella la ilustradora y muralista Rhapsodyca. Mujer y zorro, como si emergieran de un campo de lirios, fundidos en una especie de encantamiento de cuento de leyendas, sorprende al transeúnte que se dirige hacia la Plaza de Santa Cruz por la calle Fray Luis de León. Rhapsodyca la tituló Rosa del desierto, y dice que es la sexta obra que forma parte de un proyecto suyo que nombra La lucha. Por cierto, ¿de dónde le vendrá a esta artista su atracción poderosa hacia el zorro? Lo digo por otras imágenes de tema análogo que he visto en su página.

Desgraciadamente la señalización municipal no eligió el mejor lugar para la contemplación del arte urbano.