sábado, 14 de septiembre de 2024

De mamíferas, de rostros, de universos solidarios, de recreaciones mágicas, de simbolismo abstracto. Pintura de Nela Prieto en la Sala del Palacio de Pimentel

 


"Pinto desde mis sueños, mis emociones, mis creencias, mis esperanzas". Leo esta cita de Nela Prieto (Valladolid, 1956-2022) en el catálogo de la exposición sobre su obra pictórica en el Palacio de Pimentel. Y al criterio sintetizado en esa cita parecen responder los distintos cuadros. 

Formas y color es lo que más he apreciado en este paseo por el mundo plástico de Nela. Muchas de estas obras se me antojan expresionistas, no solo en la desfiguración de los personajes sino en la intensidad de los colores utilizados. Otras tienen un toque surrealista apoyado en una exageración de gestos o de cuerpos. Las hay que rozan el ilusionismo mágico y las que viajan por lo simbólico de la abstracción. Pero en ese juego entre formas y colores se produce el desenlace de la particular obra de Prieto. Kandinsky escribió en su tratado Lo espiritual en el arte: "El número de colores y formas es infinito, y así son también infinitas las combinaciones y al mismo tiempo los efectos. El material es inagotable". ¿No es acaso esta la sensación que se tiene al contemplar esta muestra de Nela Prieto? 




¿Dónde traducía Nela Prieto sus emociones, esperanzas, reivindicaciones, sueños y fantasías? En las temáticas que se pueden ver en estos cuadros. En la reivindicación de la mujer, expuesta en su serie Mamíferas. En la presencia del mundo africano o asiático, siempre en tensión con el Occidente. En el universo de las ficciones que son exponente de las ilusiones más personales. En el complejo e inextricable mundo de los símbolos que tanto atrapa en conflicto tantas veces con la Razón, y que solo parece ser objeto de acceso a través de las geometrías abstractas. En el retrato representado por caras distorsionadas e irreconocibles, y entonces uno piensa: los rostros de quienes vemos todos los días ¿hasta qué punto los identificamos más allá de unas facciones que nuestro cerebro ya ha catalogado y que no deseamos explorar más?




Habrá quien diga al ver la abundancia y diferenciación de las obras de Nela Prieto: esta me suena a Chagall, aquellas a Saura, estas otras a los expresionistas centroeuropeos, lo de allá al fauvismo, esas otras figuras a las de los batik africanos...Y qué. ¿No son precisamente esas otras corrientes, estilos o maneras de concebir la vida a través del arte plástico en otros autores y culturas la que incentiva al artista que, como Nela Prieto, busca el mundo exterior y prospecta en el propio? Nela Prieto dijo: "Pintar es lanzar emociones al mundo, y eso es a lo que aspiro cada día de mi vida, con cada una de mis obras".