Los heraldos de la primavera se han exhibido estos últimos días por la ciudad. Ni el Campo Grande ni las riberas del Pisuerga -en este caso se advierte una imagen del Puente Colgante- podían ser ajenos al florecimiento. Los heraldos nos dicen cada año que los árboles nunca mueren o si lo hacen son resistentes hasta el final. ¿Son los árboles metáfora de los hombres o nosotros réplica de ellos? Nos antecedieron en la vida y crecimos a su amplia sombra material. Haciendo uso y abuso de ellos. Hoy siguen ahí, no han perdido espacios urbanos. Su queja frecuente es llamarnos analfabetos. Apenas distinguimos entre especies, aunque ellos, pacientes y misericordiosos, nos perdonan. Con la eclosión de su fronda parecen decirnos: tenéis una oportunidad para acercaros y saber más de cada uno de nosotros. Que el tráfago automovilístico y callejero no os haga ignorarnos. Venid a admirarnos y no solo a cobijaros cuando pegue la canícula. Yo, al menos, cuando contemplo la floración es lo que escucho de su tímida voz. He ahí la belleza al alcance de nuestros sentidos, me digo.
Aquí también ha llegado la misma noticia. ya he visto las primeras mariposas y las abejas han empezado a trabajar.
ResponderEliminarSe nota el cambio.
Salut
Los ciclos naturales desde que el mundo es mundo.
EliminarTemo que con lo que está pasando poco a poco ya no sepa discernir más que colores ocres.
EliminarEsto es un desiderátum.
Salut
Bueno, próximo a ese árbol florido había unos árboles más pequeños con hojas de colores ocres, como si fuera otoño. No supe interpretarlo.
EliminarMe pasa lo mismo paseante. Que desconozco la mayor parte de las especies de árbol pero al menos disfruto de sus formas de sus hojas y de ese florecer tan hermoso. Marisol
ResponderEliminarPues no es poco, no es poco. Quedarse uno admirado de las manifestaciones de la naturaleza compensan mucho. Y ayudan a reflexionar.
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