aquí mismito,
escuché ayer cantar
las avecitas
Ante el hallazgo de hoy cabria traer este haiku de Yosa Buson, el gran pintor y poeta japonés del siglo XVIII. O bien este otro:
canta el ruiseñor:
un poco hacia aquí,
un poco hacia allí
El portal es sencillo. Si no fuera por la decoración del azulejado sería un zaguán anodino y sin mayor carácter. Pero alguien tuvo la fortuna de imaginar un tema ornamental en los azulejos de sus paredes que además de aportar estética transmite oxígeno mental. Está en el número 24 de la céntrica calle López Gómez, vía que padece un tránsito de vehículos notable y en la que a ciertas horas se acusa la contaminación. El forjado de la puerta ennoblece la entrada. Siendo un edificio de 1930, ahora rehabilitado, es de agradecer que en ese año perdurase un elemento decorativo con ecos modernistas. Y también que haya sobrevivido a la destrucción.
Pero pocas palabras está pidiendo este entorno ajardinado al visitante ocasional. Esa floresta que se multiplica y se entrelaza, con ese toque art déco, a la que acuden las aves del cielo que en realidad son tan terrenales, solo pide contemplación y dejarse envolver. Tal vez ese vuelo de los pájaros nos invite simbólicamente a los humanos para que emprendamos vuelos que nos liberen de las particulares jaulas que nos hemos creado. Puede que entonces encontremos sentido a otro haiku del haijin Buson:
es salir del pantano
y escuchar de nuevo
al ruiseñor
Una verdadera joya; una obra de arte al alcance de todo el mundo, ahora falta que no vengan vándalos y que sepan cuidar de esa joya.
ResponderEliminarSalut
Mientras en el edificio haya vida no creo que suceda.
EliminarEs muy agradable entrar a esta casa con estos pájaros dándote la bienvenida. Para ir más lejos, se trata del macho adulto de pechiazul (Luscinia svecica), ¡un ave muy hermosa! Nunca he visto uno y, sin embargo, soy un gran observador de todo lo que vuela. Sin duda muy inspirador para los haikus.
ResponderEliminarPues si eres capaz de poner nombre a los pájaros de los azulejos es que sabes. Aunque imaginar acaso también es otra forma de saber.
EliminarUna entrada preciosa, esas figuras la convierten en una casa como más asilvestrada.
ResponderEliminar¿A que sí? Es un detalle, se podría decir que como una bienvenida a quien llega cualquier piso de ese edificio. Gracias por apreciarlo, Alfred.
EliminarPrecioso todo en esta entrada... El portal con sus azulejos de pájaros -qué preciosidad- y los haikus de Buson, me quito el sombrero, todo una delicia, gracias!
ResponderEliminar¿Ves cómo sirven las lecturas cuando se compaginan copn las miradas? Gracias por pasar.
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