viernes, 11 de octubre de 2024

Pío del Río Hortega, rostro y mirada, en el Hospital con su nombre

 


No me cabe duda que miles de vallisoletanos y no vallisoletanos habrán pasado infinidad de veces por delante de este busto y no se habrán fijado. Y si lo han visto no se han parado a contemplarlo. Y sin embargo, ahí, en el vestíbulo de entrada al Hospital Del Río Hortega, parece estar saludando y despidiendo a los transeúntes y sobre todo deseándoles suerte. Porque el representado fue toda una autoridad médica e investigadora en su tiempo. Pío del Rio Hortega (Portillo, Valladolid, 1882 - Buenos Aires, 1945), fue un histólogo que hizo avanzar el ámbito del estudio neuronal. Hace unas décadas, las autoridades, en un justo reconocimiento, aplicaron su nombre al hospital moderno que es una referencia puntera en la región. Natural de Portillo, ese pueblo de la provincia que huele a mantecados y donde se trabaja todavía la alfarería, el histólogo Del Río Hortega, no menos importante que Santiago Ramón y Cajal, mira pasar a los transeúntes para desearles salud y reposición.

Esta escultura fundida de bronce sobre una peana esculpida en mármol la realizó Juan Cristóbal González Quesada (1897-1961) y es propiedad del Museo Nacional de Escultura de Valladolid. Parece recoger el rostro enjuto y de facciones huesudas y remarcadas que algunas fotografías del investigador transmiten. Uno imagina el sinfín de conversaciones, de prisas angustiadas, de nervios acelerados que Pío del Río Hortega captará atentamente tanto del tránsito del personal laboral como de los pacientes que acuden diariamente al centro hospitalario. Qué verá y qué no sospechará, él, que tanto trabajó por indagar en los tejidos celulares de las neuronas.




En el precioso estudio de Elena Lázaro Real titulado Un científico en el armario. Pío del Río Hortega y la historia de la ciencia española podemos leer:

"Pío del Río Hortega localizó y caracterizó los dos tipos de células que acompañan a las neuronas en el sistema nervioso. A diferencia de lo planteado por Ramón y Cajal, demostró la existencia de un tercer tipo de células nerviosas con unas funciones muy claras y un origen concreto. Del Río Hortega sacó del anonimato científico aquello que Cajal había bautizado como tercer elemento, al que no terminaba de asignar un papel concreto. En este sentido, el vallisoletano reescribía el guion de la historia del sistema nervioso, adjudicando papeles nuevos. Reveló que el sistema nervioso está compuesto por tres tipos de células: las protagonistas de la peli (neuronas), las imprescindibles secundarias (oligodendroglía) y las heroínas de cualquier producción que se precie (microglía)" 

Del Río Hortega, que había publicado sus hallazgos nada menos que en la prestigiosa revista científica The Lancet describió que cada uno de los elementos del sistema nervioso reacciona de modo distinto, y dice la autora del libro: "Para un histopatólogo, es decir, para alguien que estudia los tejidos enfermos, la microglía no era una célula cualquiera, sino lo más de lo más en células, el summum de la biología y de la medicina, ya que a principios del siglo XX su hallazgo supuso contar con un nuevo marcador de la enfermedad neurológica".

En fin, el sabio de Portillo puso patas arriba muchas teorías que se habían dado por válidas anteriormente, incluso de un premiado con Nobel, Santiago Ramón y Cajal. De este se ha hablado por activa y por pasiva. De Pío del Río Hortega, que fue propuesto en dos ocasiones al Nobel, la sociedad española apenas ha sabido. Tal vez ciertas envidias y enconos que padeció en vida y, sobre todo, su exilio, al ser un hombre de convicciones republicanas, contribuyeron a que fuera borrado de la lista.





9 comentarios:

  1. No tenía ni idea, Fáckel. Has hecho muy bien en contribuir a su conocimiento.
    ¡Qué país el nuestro, siempre despreciando a nuestros grandes hombres!
    Nos pasamos el día criticando a franceses e ingleses por su "chovinismo" pero aquí hundimos y olvidamos a todo el que sobresalga en algo.
    Ya verás lo que tardamos en denostar a Nadal.
    ¡Qué pais!
    Salu2.

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  2. No tenía ni idea. Has hecho muy bien en contribuir a su conocimiento.
    ¡Qué país el nuestro, siempre despreciando a nuestros grandes hombres!
    Nos pasamos el día criticando a franceses e ingleses por su "chovinismo" pero aquí hundimos y olvidamos a todo el que sobresalga en algo.
    Ya verás lo que tardamos en denostar a Nadal.
    ¡Qué pais!
    Salu2. Dhyego.

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    1. Creo que falta por escribir mucha historia verdadera del país. Es decir de las aportaciones que personajes de ciencia del pasado hicieron al conocimiento. Por citar un ejemplo. Hay una pléyade de investigadores españoles que ya desde hace siglos indagaron sobre cuestiones de geografía, botánica, zoología, etc. en el proceso de dominio español en América, pero de ellos poco o nada se ha explicado en la Enseñanza de los colegios. A diferencia de otras profesiones, digamos, menos constructivas. Otro ejemplo. ¿Cuánto se ha hablado en la Enseñanza de la aportación realizada bajo el mandato de Carlos III en nuestro propio país? Que fue enorme, por cierto. En fin.

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  3. Bonjour Ferdinando. Un hombre ilustre que no conocía. Gran inteligencia y también gran coraje para convivir abiertamente con otro hombre sin esconderse. Hay que recordarlo como a otros grandes hombres y las estatuas son las guardianas del olvido. Un abrazo.

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    1. En estos tiempos en que se valora más a futbolistas que ganan millones de euros, por ejemplo, reconocer a quienes aportan y en ocasiones no reciben ni las gracias supone para mí algo muy relevante.

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  4. Está muy bien esculpida. Tiene fuerza.
    Salut

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    1. La ha había visto muchas veces pero no la había prestado atención. Hasta hace una semana.

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  5. Es bueno y deseable que se rindan honores, a los científicos que nos honraron con sus conocimientos.

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    1. Simplemente con que se hablara de ellos y de sus aportaciones me parecería ya muy educativo.

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