¿Obras de escultores de la madera o de ebanistas? ¿O ambos oficios de la misma mano? Hay un toque de orfebre innegable en esas pequeñas esculturas que lucen viejas puertas de edificios centenarios de nuestra ciudad. En este caso extraños seres masculinos, medio humanos y medio volátiles, híbridos de la naturaleza, que no se sabe bien si proceden del reino animal, del vegetal o del mitológico de la cultura humana. ¿Se trata de representaciones protectoras? ¿De personajes benefactores? ¿Son individuos que se hacen o que se deshacen, como el mismo hombre de carne y hueso?
Ornan la vertical de un portalón del principio de la calle Duque de la Victoria. Hay muchos más con análogo toque decimonónico por esas calles nuestras. Habrá que ir localizándolos y traerlos aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario