Es de suponer que no necesitan que se las riegue con frecuencia, aunque de vez en cuando, para contrarrestar la acción climática, alguien dará un repaso a esta belleza plástica virtual. Aquí los verdes, allí los rojos, los lilas, los amarillos, los azul celeste...Y por si fuera poco la parra crece y crece esperando el tiempo de las uvas. No sé si es más sorpresa o alegría lo que proporciona al viandante que no frecuenta la zona. Está en la calle Vegafría, esquina con Arca Real. Una calle de un barrio antiguo dentro de otro barrio de vieja urdimbre social, Las Delicias. La casa de las macetas bien merece un reconocimiento a la recreación imaginativa, que no naíf. Para mí es mucho más auténtica esta fachada.
Una nota de alegría en el paisaje urbano.
ResponderEliminarSencilla pero gratificante. Bastante asfalto y tráfico hay, y este sobrante. Saludo.
EliminarQuizá no hace falta regar, pero sí que se merecen otra capa de pintura.
ResponderEliminarNo entristece al personal ver flores, aunque estas sean virtuales, total, hoy en día ya casi todo lo es.
Salut
El género bodegones en la historia de la pintura es lo más próximo a la realidad virtual que se ha pintado nunca. Más que los retratos renacentistas.
EliminarMe parece que queda muy bien, da color, alegra la fachada.
ResponderEliminarA mí también me lo parece. Rompe la linealidad de las fachadas al uso. Una ilusión que tiene su mérito.
EliminarHola Andrés. Lo que noto en estos bonitos maceteros que dan alegría a la pared es también la impecable limpieza de la calle: ¡Ah, si los franceses pudieran hacer lo mismo! Antes de criticar, tenemos un proverbio en casa: "hay que barrer la puerta". ¡Así que voy a ver enseguida lo limpia que está mi calle! ;) Hasta pronto
ResponderEliminarYo también valoro la limpieza de las calles. Pero una de las claves es que la ciudadanía se porte, obre como tal, sea civilizada incluso en los pequeños detalles. Y por supuesto, el servicio de limpieza pagado por los contribuyentes ayuda, pero no se trata de delegar solo en él.
Eliminar¿Por qué lo de los franceses?
Me hace recordar. a un
ResponderEliminartrabajo manual , de
aquellos que se
llamaban
pretecnologia,
(manda narices),
consistia en un
tambor de Ariel,
recubrirlo con
tela de arpillera,
pintarlo de blanco ,
y lo que hice, es
pintar dos flores
sobre el blanco,
no digo que se
parezcan mucho,
aunque algo me
hace recordar,
Los recuerdos son siempre particulares. Como las asociaciones de ideas. Yo debo ser más idealista y me apetece ver en esa fachada una sana y loable intención de conceder a una pared, que de otra manera sería mortecina, un punto de alegría. Qué lo vamos a hacer. Larga vida a la casa, mientras no llegue la acometida inmobiliaria.
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