Ana Rodríguez Fischer (Asturias, 1957) es Profesora de Literatura Española en la Universidad de Barcelona, donde se doctoró con la tesis “La obra narrativa de Rosa Chacel”, escritora de la que ha editado los nueve volúmenes de su Obra Completa, así como otras ediciones sueltas de sus distintas obras y los epistolarios Cartas a Rosa Chacel y De mar a mar: Correspondencia entre Rosa Chacel y Ana María Moix. Es autora asimismo del volumen Prosa española de vanguardia y de otros trabajos de escritores de la Edad de Plata. Crítica literaria de larga trayectoria en ABC, en la actualidad, es colaboradora habitual del suplemento literario del diario “El País”, Babelia. Como escritora, inició su trayectoria en 1995, cuando obtuvo el Premio Femenino Lumen por la novela Objetos extraviados, a la que siguieron Batir de alas (Acento, 1998), Ciudadanos (Edhasa, 1998), Pasiones tatuadas (SM, 2002), El pulso del azar (Alfabia, 2012) y El poeta y el pintor (Alfabia, 2014). Antes de que llegue el olvido obtuvo el Premio de novela Café Gijón 2023.
«El riesgo de esta novela era caer en el biografismo o quedarse en la descripción de la multitud de situaciones desgraciadas, mucho menos que las felices, que le tocaron vivir a las protagonistas de esta historia llena, sobre todo, de aflicción y desesperanza. Rodríguez Fischer diseña un cuaderno de notas en el que, como si se trata de una carta, la poetisa Anna Ajmátova nos relata en primera persona la vida de Marina Tsvietáieva.
Estas mujeres se vieron personalmente sólo dos veces en sus vidas. Pero siempre fue la poesía, sobre todo la que Marina le dedicaba a su amiga del alma Anna. Anna y Marina pertenecieron a equivalentes familias bien situadas y cultivadas en la Rusia prerrevolucionaria. Ambos se casaron y tuvieron hijos, ambas zozobraron en algunos amores y también se sintieron dueñas de su destino, uno infinitamente más desgraciado que el otro. El relato de Anna conmueve en la medida en que en él entra la vida de Marina. Anna sobrevivió varios años a Marina. Sus respectivos hijos sufrieron también hambre, intemperie y consecutivas e inhumanas encarcelaciones, como sus padres. Sólo se salvaron del suicidio, como ocurrió con Marina, y de la muerte por fusilamiento, como ocurrió con el marido de Anna, el poeta Nikolái Gumiliov. Y sobre todo, sufriendo los métodos más perversos del estalinismo para obligarlas a callar.
Ana Rodríguez Fischer logra una novela de radiante eficacia narrativa. Nos conmueve a través de las vidas de ambas poetisas. Y lo asombroso es que lo hace al lado de sus destinos, de sus ambiciones estéticas, de sus modelos poéticos rupturistas. No hay ni una pizca de retórica exegética. Sólo hay literatura pura. E inspirada.»
(J. Ernesto Ayala-Dip. Babelia. El País, 30/01/2024)
* Nota remitida por la Fundación Segundo y Santiago Montes
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