Desde el primer día que vi esta sillería gigante me pareció algo divertido. El objeto representado es de lo más común. Podría tratarse del homenaje a la silla, pero esa instalación aparentemente desordenada, colosal y caótica, es lo que la convierte en algo humano y sin duda ayuda a desdramatizar el marco donde se halla instalada.
Se encuentra en el exterior del macro hospital Pío del Río Hortega, paralelamente a los aparcamientos y al mismo hospital. Sillas con respaldo o sin respaldo, amontonadas y transmitiendo una sensación de movilidad y uso familiar, forman una larga fila juguetona. A veces me he puesto por capricho a contarlas, pero pronto me he perdido, en parte porque cuando se llega hasta ese escenario no es precisamente para una visita turística, por ejemplo.
He leído por alguna parte que el conjunto se compone de unas 70 sillas gigantes, obra del diseñador y polifacético creativo Javier Mariscal. ¿Se acuerdan de la mascota Cobi de los Juegos Olímpicos de Brelona del 92? Habrá quien considere este conjunto como una muestra de chatarrería o una gamberrada del artista o simplemente quien perciba desasosiego, y no obstante no existe nada de eso. Porque ¿hay algo más cercano, qué digo, más íntimo para nosotros que una silla?
La silla es un paradigma de nuestros ámbitos domésticos, laborales o públicos. Sillas de cocina, sillas de comedor, sillas de salón de actos, sillas de consultas, sillas a la puerta de casa...Sillas de enea o de madera, sillas de plástico o de forjado, de cuero o de piel...¿Hay alguien que no haya puesto no solo una sino un montón de sillas en su vida? Solo recordar cómo de niños teníamos que coger aquellas sillas de tijera y colocarlas en el modesto cine de colegio para ver la película y luego volverlas a apilar al final de la sesión es para tener un sentimiento reconocido hacia un objeto tan agradecido.
https://www.elmundo.es/elmundo/2008/03/23/castillayleon/1206271746.html
Para mí, desde un punto de vista de profano en eso de la cosa artística, pero que disfruta de él, me parece una simple performance, algo de arte efímero.
ResponderEliminarPues es metal puro o impuro pero duro y ahí está amarrado. La ocurrencia es que esté junto a un hospital. ¿Será por lo de la espera?
EliminarSerá, es lo más seguro.
EliminarDejando de lado el tema de las listas de espera, la verdad es que es un hospital de una envergadura impresionante y dotado de medios y profesionales de calidad.
EliminarNo deja de ser curioso el detalle de las sillas como elemento principal.
ResponderEliminarSu colocación, anárquica a todas luces, me recuerda a los fines de fiesta, cuando el cuerpo cansado se retira y deja las obligaciones del orden para mañana.
Leo unas declaraciones del doctor Marañón, conforme el invento de la silla. Hay inventos simples que por mucho diseño que contengan siempre tendrá una misma utilidad, la silla es uno de ellos.
Si gusta y los ciudadanos están contentos, bienvenidas sean.
Salut
Lo cierto es que no conozco a nadie que haya expresado su opinión. Solo a algunos raros nos parece un objeto sacro, no obstante lo que representa familiarmente. O precisamente por ello. Lo sagrado, según los conceptos míticos, siempre es del ámbito familiar e íntimo, ¿no?
EliminarEn las fotos no se ve el tamaño de las sillas, excepto en aquella donde se ve a un hombre caminando junto a ellas. Es enorme ! Como usted dice: La silla es un paradigma de nuestro ámbito doméstico, profesional o público, algunos incluso han probado la silla eléctrica, pero no tenemos testimonio... Gracias por el descubrimiento y un saludo desde Provenza.
ResponderEliminarAfortunadamente ni en España ni en Francia existe la cruel silla citada. Creo que en los EEUU, de tanta raigambre en ese y otros instrumentos de ejecución , fue sustituída por la inyección letal. El conjunto de esta fila de sillas gigantescas me parece de efecto simpático. Prefiero esta escultura a muchas obras de carácter historicista que abundan en nuestras ciudades para evocar a prohombres, batallas o personajes populares cuyo realismo no siempre es estético.
EliminarAlgunos han creado una asociación o un “grupo” en las redes sociales y a través de estos medios convocan voluntarios y funciona.
ResponderEliminarEso está bien. Se supone que la unión hace la fuerza, según la expresión.
EliminarA mí me gusta. Mucho.
ResponderEliminarMe alegra saberlo, a mí me gustó y sorprendió desde el primer día. No obstruye nada y resta un primer plano del hospital cuyo lateral sería más chungo a la mirada.
EliminarParece ser que las sillas dan más juego "artístico" que las mesas. ¿Por qué será?
ResponderEliminarSalu2.
Hay mesas soberbias, pero ¿será cuestión de volumen y de significado?
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