Pero no lo hizo hace más de un siglo, aunque estuvo cerca. Si ya en sus años de aprendizaje Sorolla había dibujado representaciones del arte clásico la tentación de conocer de cerca la estatuaria medieval de Castilla la tenía al alcance. En la primera década del siglo XX Joaquín Sorolla pasó por algunas capitales de Castilla la Vieja y León -Segovia, Burgos, Ávila, León- tan diferentes en paisaje y luz de su Valencia habitual. En su recorrido pictórico plasmó fachadas de iglesias con sus arquivoltas, sus retablos góticos, sus sepulcros. La estatuaria de cartujas y catedrales polarizó su atención y con su maletín y caballete de pintor a cuestas fue traduciendo lo que la antigua imaginería de piedra le sugería. Se vio cara a cara con la rica expresión de la escultura religiosa castellana, no tan alejada de otros aires europeos, si bien con su propio ritmo y evolución.
La exposición que ofrece hasta el 25 de agosto el Museo Nacional de Escultura en su ámbito del Palacio de Villena es una muestra de ese diálogo entre escultura y realización plástica que el pintor valenciano alentó. Titulada Sorolla y la escultura pintada nos encontramos ante diversas creaciones pictóricas donde además del tema artístico que el pintor buscaba podemos percibir el duro invierno castellano, por ejemplo.
Se alternan con diversas esculturas medievales y algunas copias, destacando una de ellas, aquel Fauno de Pompeya que tanta sensación causó cuando fue descubierto. Esta exposición es una prolongación del aniversario del fallecimiento del pintor (1923), una exhibición concebida entre el Museo Sorolla, la Fundación Sorolla y el Museo de Escultura de Valladolid.
Sin ser una exposición abundante en cantidad de obras sí es ilustrativa en cuanto a criterio de selección, calidad y significados. Comisariada por Elvira Guerra, del Museo Sorolla, y Fernando Delgado, del Museo Nacional de Escultura de Valladolid, la muestra nos habla de un Joaquín Sorolla como pintor sin pausas y en continuo aprendizaje. Solo un aprendizaje permanente, donde las influencias y el adiestramiento personal se conjugan en una superación paulatina, puede llevar al perfeccionamiento de una obra como la que realizó el valenciano, pletórica en temática, luces y color. Merece la pena pasarse por el Palacio de Villena.
Hace muy poco que he estado en Madrid, por supuesto volví a visitar su casa museo. También he visitado el museo Nacional de Escultura de Valladolid; supongo que ha de ser una maravilla ver un conjunto de piezas de los dos museos. No sé si podré ir, pero lo dejo pendiente, dado que, por lo que veo es hasta finales de agosto.
ResponderEliminarSalut
Todo lo que esté bien expuesto y comisariado merece la pena ser visitado porque la riqueza artística de esta país ha sido y es extraordinaria. Y su divulgación es imprescindible. Más vale que se cuide y que la gente la disfrute. Que no solo de fútbol tiene que vivir el hombre, ¿no, Miquel?
EliminarTal como nos decía Marx con respecto a la religión, "opio del pueblo" porque actuaba como adormidera, se han cambiado los parámetros.
EliminarDios, el dios abstracto (ahora minúsculas, ha sido sustituido por algo contingente, nada accidental, sino tangible, el fútbol. Allí están como estrellas rutilantes los nuevos dioses, los que actúan ahora como adormidera. Ayer a la noche no había parados de corta, ni larga duración, ni problemas en Rodalies. No había recuerdos del precio del aceite, ni remotamente importaba la sequía y la subida del precio del agua.
No hay nada como los dioses para sentirnos afortunados cuando obran su milagro en forma de goles.
Salut y museos
Simplemente enajenación.
EliminarSorolla bien merece uno dos y tres viajes a Valladolid.
ResponderEliminarSaludos
Allá donde habite Sorolla, aunque sea de paso, uno debe detenerse y disfrutarlo.
EliminarConfesso que não conheço, será um assunto a explorar numa viagem a Valladolid.
ResponderEliminarBeijos e abraços
Marta
Esta exposición es pasajera en nuestra ciudad. Sorolla se puede ver en Valencia o Madrid sobre todo.
Eliminarhttps://www.visitvalencia.com/noticias/nueva-sala-sorolla-en-el-museo-de-bellas-artes-de-valencia
https://www.cultura.gob.es/msorolla/inicio.html
Sorolla es una fuente inagotable de buenas sensaciones, ver, contemplar, admirar su obra, embelesa.
ResponderEliminarPintores como Sorolla nos salvan de los malos momentos por no decir de peores aconteceres.
EliminarUn descubrimiento para mí. Gracias y que tengas una buena semana. Bises de Provence.
ResponderEliminarHay que procurar tenerla. Carpe diem, ya sabes.
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